domingo, 24 de agosto de 2014

Consumo Responsable

El consumidor, sea este una administración pública, una empresa, o una persona es el agente más importante en la promoción de la Responsabilidad Social Empresarial, si es consciente del impacto que pueden tener sus hábitos de consumo.


 Un consumidor responsable busca que sus decisiones de compra tengan el menor impacto negativo posible y mayor impacto positivo posible en el medioambiente y la sociedad, por lo que integra en su decisión tanto consideraciones referentes al producto, como a la empresa que lo produce.
El comercio supone el intercambio de bienes y servicios, en una consideración general debería ser una forma de redistribuir riqueza. Un consumidor responsable es consciente de la necesidad de replantear una globalización de los mercados que propician que mientras la obesidad se perfila como la pandemia del siglo XXI en los países desarrollados, cientos de miles de personas mueren de hambre en el tercer mundo.

Un consumidor responsable es consciente de su capacidad de influencia para cambiar la realidad económica, pues son sus hábitos de compra los que determinan el éxito o fracaso de un producto o servicio y de la empresa que los produce.
El consumo responsable es un consumo:
  • Ético
Consumir éticamente, supone, en primer lugar, sustraerse de la dinámico consumista propia de las actuales sociedades occidentales, asumiendo la austeridad como valor personal al ser consciente de que la vinculación entre nuestra felicidad y la posesión de bienes materiales, tal como ponen de manifiesto diversos estudios, deja de ser significativa a partir de determinados niveles de renta.
Un consumo ético es aquel que además de las consideraciones económicas, el precio, integra cuestiones sociales y ecológicas en la decisión de compra, por lo que es necesariamente un consumo solidario y ecológico.
  • Solidario
Un consumo ético es consciente de que el reverso de la moneda de nuestro bienestar puede ser el “malestar” de otras personas.
Un primer principio del consumo responsable será la protección de la seguridad y salud, tanto propia, como de todas aquellas personas que participan en la producción y comercialización de los bienes adquiridos.
  • Ecológico
Con el actual ritmo de consumo de las sociedades desarrolladas, en 2050 serían necesarios 3 planetas tierra para atender las demandas de la población del planeta que, en esa fecha se estima que rondará los 9.000 millones de personas)
Un segundo principio del consumo responsable será hacer un uso racional y eficiente de la energía,  y optar, cuando sea posible, por el uso de energías limpias. La contaminación causada por nuestros hábitos de consumo se produce tanto en el momento de obtener las materias primas, como durante su procesado y transformación, el transporte y comercialización y también durante la eliminación de los residuos. Se hace perentorio introducir la regla de las 3 R’s (reducir, reutilizar, reciclar) en nuestros hábitos.



La condición necesaria para el ejercicio del consumo responsable es la transparencia empresarial.
El consumidor debe disponer de información pertinente, fiable y suficiente acerca del impacto social, medioambiental y en la salud de lo productos o servicios entre los que puede optar. Esto significa que las empresas han de facilitar información actualizada, accesible y verificada y que los consumidores deben exigirla. La exigencia firme por parte de los consumidores de información de esta naturaleza o la preferencia por productos de empresas que sí la facilitan, será un gran aliciente para que las empresas opten por la asunción de buenas prácticas de responsabilidad social.
Fuente 


Herramientas de RSE

El impulso de la Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) se viene canalizando a través de multitud de iniciativas que persiguen inculcar de forma práctica y efectiva este nuevo valor de conciencia empresarial en los procesos productivos de las empresas y demás actividades de las mismas.

Son varias las fuentes de las que emanan estos instrumentos: organizaciones internacionales, gobiernos nacionales, organizaciones del Tercer Sector (ONGs, grupos de interés, etc.), asociaciones y fundaciones diversas, etc…


Diversa también es su finalidad, pues mientras unos sólo promocionan, impulsan o promueven; otros instrumentos concretan principios o recomendaciones a tener en cuenta por las empresas que pretendan ser socialmente responsables; y algunos, además, establecen mecanismos de información, evaluación y seguimiento de las medidas concretas adoptadas por las empresas en materia de Responsabilidad Social, obteniendo así un compromiso más serio de las empresas. Atendiendo a estas finalidades podemos establecer tres categorías básicas de herramientas:

Declaraciones de principios y códigos de conducta y buenas prácticas:  
Establecen ideas, pautas y principios generales para el desarrollo de conductas socialmente responsables con el objeto de que las empresas los hagan suyos y desarrollen en la práctica.
Sistemas de gestión e instrumentos de certificación: 
Son aquéllos que, de una parte, establecen los requisitos técnicos que una empresa debe llevar a efecto en su estructura y organización para que sea calificada como socialmente responsable, esto es, el “cómo ser socialmente responsable”; y, de otra parte, son instrumentos que certifican o acreditan la condición socialmente responsable de una empresa a través de agentes externos a la misma

Marcos o estructuras de información sobre RSE: 
Centran su atención en las metas y objetivos de la RSE, estableciendo mecanismos y criterios para determinar los superados y los pendientes, y evaluar conjuntamente el desempeño de la empresa en materia de RSE. Así, si bien no establecen cómo ser socialmente responsables, la evaluación de la actividad de las empresas desde la óptica de la RSE, sí permiten extraer conclusiones que de alguna forma inspiren cambios concretos en los sistemas de gestión y organización de las mismas en aras de mejorar y superar los resultados obtenidos


Central Nuclear de Embalse

Antecedentes históricos
La Central Nuclear Embalse toma su nombre de la localidad de Embalse, situada en el corazón del valle de Calamuchita a 120 km al sur este, de la ciudad de Córdoba capital de la provincia. Su población es de 9000 habitantes y sus alrededores naturales ofrecen una vegetación virgen, importantes bosques, sierras y el mayor lago de la provincia. En los comienzos de este siglo, corría por la zona el río Talamuchita (esta palabra se refiere a los nombres de dos árboles que abundan en las montañas y los cerros: el tala y el molle).
El lugar era conocido como El Pueblito de los Indios.
En 1911 el gobierno decide construir una central hidroeléctrica. Desde entonces la población se traslada al lugar y el pueblo comienza a ser conocido como Embalse.
En los años 40 se incorpora al lugar la construcción de un complejo turístico capaz de albergar a 1200 turistas.
En función de un acuerdo subscripto entre la empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), del 6 de noviembre de 1967, se encomendó a esta última la ejecución de un estudio de pre inversión de una central nuclear para el suministro de electricidad para la provincia de Córdoba finalizado en 1968.
Mediante el decreto Ley 2498/73 se declaró de interés nacional la construcción y puesta en servicio de una central nuclear en la provincia de Córdoba, al mismo tiempo se dispuso que CNEA se convirtiera en el órgano de aplicación tomando a su cargo todo lo concerniente al proyecto, contratación, ejecución y recepción de las obras de dicha central, con plena representación del Estado Nacional Argentino.

Los objetivos principales del proyecto fueron, además de dotar al país de una importante fuente de generación eléctrica y del radioisótopo Cobalto 60, incrementar el dominio de la tecnología nucleoeléctrica, básicamente en los aspectos de ingeniería de detalle, construcción y montaje.
La Central Nuclear Embalse es, cronológicamente, la segunda Central Nuclear de nuestro país y la máquina térmica más grande de Sud América.

La Central Embalse, se encuentra situada en la costa sur del Embalse del Río Tercero, provincia de Córdoba, a 665 mts. sobre el nivel del mar. Dista aproximadamente 100 Kms. de la ciudad de Córdoba, y a 700 kms. de la ciudad de Buenos Aires.

La Central Nuclear Embalse es de tipo CANDU (Canadian Uranium Deuterium) como las plantas similares que existen operando en Canadá, Corea del Sur, India, Rumania, Pakistán y China.
Pertenece al tipo de centrales de tubos de presión, cuyo combustible es el uranio natural y su refrigerante y moderador es el agua pesada.
La carga y descarga del combustible se realiza durante la operación de la central y los valores de potencia nominal son:

600 Megavatios de Potencia Eléctrica Neta
648 Megavatios de Potencia Eléctrica Bruta

La energía aportada por la Central Nuclear Embalse, se entrega a la red nacional, es decir, al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). En promedio, a valores actuales de consumo per cápita, la CNE suministra a energía suficiente para cumplir los requerimientos de 3 a 4 millones de personas. La energía generada aporta a: Noroeste Argentino, Cuyo, Centro, Gran Buenos Aires-Litoral.

Funcionamiento del reactor

Una central nuclear es una máquina que se diseña para crear las condiciones especiales para que la reacción en cadena tenga lugar de manera controlada y sostenida dentro de los límites del mismo.

El U-235 en el reactor de la CENTRAL NUCLEAR DE EMBALSE (CNE) se encuentra como Uranio Natural en forma de pastillas de dióxido de uranio (UO2). Estas pastillas cilíndricas de aproximadamente 1 cm. de diámetro y 1 cm. de altura se hallan confinadas en tubos de zircaloy de 50 cm. de largo soldados herméticamente en sus extremos.
Un manojo de 37 tubos forman al llamado ELEMENTO COMBUSTIBLE. Estos se colocan dentro de tubos horizontales de 6 mts. de largo denominados CANALES COMBUSTIBLES o CANALES DE REFRIGERACIÓN. 


El conjunto de todos los canales con sus mecanismos asociados se denominan el
REACTOR NUCLEAR
En la CNE el reactor tiene 380 canales combustibles con 12 manojos en cada uno de ellos. Esto constituye 4560 manojos combustibles en total.
La energía de las fisiones elevan la temperatura de las pastillas uranio (UO2) y en consecuencia la de los manojos.


Un circuito llamado PRIMARIO hace circular agua pesada a presión por los canales de refrigeración a través de los elementos combustibles para extraer el calor generado. Un GENERADOR DE VAPOR  extrae el calor del sistema primario al circuito SECUNDARIO.
Este es un circuito de vapor similar al de las centrales térmicas que hace girar la turbina y el generador eléctrico.   La turbina de la Central Nuclear Embalse cuenta con una etapa de alta presión y tres de baja presión. Entre una y otras, se encuentran dos separadores de humedad y recalentadores, con el objeto de distribuir el contenido porcentual de humedad del vapor y aumentar la temperatura, antes de ser suministrado a las etapas de baja presión.
Este vapor, que ha accionado las etapas de baja presión, es condensado en un condensador de tres cuerpos verticales, existentes en la parte inferior de la turbina.
La condensación se logra por el aporte refrigerante del agua del lago, que circula por la parte interna de tubos existentes dentro del condensador. El agua obtenida en el fondo del condensador es bombeada a través de una serie de pre calentadores, hacia los generadores de vapor, recorriendo así, en su totalidad, el circuito cerrado del sistema secundario.

El generador eléctrico produce energía eléctrica con una potencia bruta de 648 MW y una tensión de 22 Kv y una potencia neta de 600 Megavatios son entregados a la red de distribución a través de tres transformadores de salida de la central, que elevan la tensión a 500 kV. Los 48 MW restantes son destinados para los consumos internos.

Es así que un fenómeno atómico como la fisión de los núcleos de U-235 convenientemente utilizada y controlada provee una cantidad de calor suficiente para iniciar el proceso que permite la generación de energía eléctrica a gran escala, la cual transportada y distribuida satisface una importante porción de la demanda de energía.

Proyecto de Extensión de vida de la Central

Algunos componentes de la Central Nuclear Embalse llegarán al fin de su vida útil de diseño, como es el caso de los canales de combustible del reactor. Es por ello que en 2007 comenzó el Proyecto de Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse con los estudios de factibilidad y envejecimiento de los sistemas.
Cuando esas actividades concluyan, Embalse estará en condiciones para seguir operando por un nuevo ciclo de 25 años.

Las principales actividades que se realizarán son el cambio de los tubos de presión, los generadores de vapor, las computadoras de proceso y la repotenciación de la planta

El proceso tiene tres etapas.
La primera fase, denominada de “evaluación de vida” o “evaluación de estado”, consiste en examinar cómo están los componentes de planta.
En la segunda fase se verifican los cambios que haya que realizar y se compran todos los equipos y materiales necesarios.
La tercera etapa implica parar la planta y realizar los trabajos de recambio de los componentes esenciales de la central, entre ellos los tubos de presión del reactor.
Una vez terminados los trabajos, la central tendrá una potencia cercana a los 700 megavatios, es decir, un 6% más que la capacidad actual.
En el mundo hay varias plantas en proceso de reacondicionamiento que utilizan la tecnología CANDU de origen canadiense, al igual que Embalse.

fuente 
NASA Nucleoelectrica Argentina