Consumo Responsable
El consumidor, sea este una administración pública,
una empresa, o una persona es el agente más importante en la promoción de la
Responsabilidad Social Empresarial, si es consciente del impacto que pueden
tener sus hábitos de consumo.
Un consumidor responsable busca que sus decisiones
de compra tengan el menor impacto negativo posible y mayor impacto positivo
posible en el medioambiente y la sociedad, por lo que integra en su decisión
tanto consideraciones referentes al producto, como a la empresa que lo produce.
El comercio supone el intercambio de bienes y
servicios, en una consideración general debería ser una forma de redistribuir
riqueza. Un consumidor responsable es consciente de la necesidad de replantear
una globalización de los mercados que propician que mientras la obesidad se
perfila como la pandemia del siglo XXI en los países desarrollados, cientos de
miles de personas mueren de hambre en el tercer mundo.
Un consumidor responsable es consciente de su
capacidad de influencia para cambiar la realidad económica, pues son sus
hábitos de compra los que determinan el éxito o fracaso de un producto o
servicio y de la empresa que los produce.
El consumo responsable es un consumo:
- Ético
Consumir éticamente, supone, en primer lugar, sustraerse
de la dinámico consumista propia de las actuales sociedades occidentales,
asumiendo la austeridad como valor personal al ser consciente de que la
vinculación entre nuestra felicidad y la posesión de bienes materiales, tal
como ponen de manifiesto diversos estudios, deja de ser significativa a partir
de determinados niveles de renta.
Un consumo ético es aquel que además de las
consideraciones económicas, el precio, integra cuestiones sociales y ecológicas
en la decisión de compra, por lo que es necesariamente un consumo solidario y
ecológico.
- Solidario
Un consumo ético es consciente de que el reverso de
la moneda de nuestro bienestar puede ser el “malestar” de otras personas.
Un primer principio del consumo responsable será la
protección de la seguridad y salud, tanto propia, como de todas aquellas
personas que participan en la producción y comercialización de los bienes
adquiridos.
- Ecológico
Con el actual ritmo de consumo de las sociedades
desarrolladas, en 2050 serían necesarios 3 planetas tierra para atender las
demandas de la población del planeta que, en esa fecha se estima que rondará
los 9.000 millones de personas)
Un segundo principio del consumo responsable será hacer
un uso racional y eficiente de la energía, y optar, cuando sea posible, por el uso de
energías limpias. La contaminación causada por nuestros hábitos de consumo se
produce tanto en el momento de obtener las materias primas, como durante su
procesado y transformación, el transporte y comercialización y también durante
la eliminación de los residuos. Se hace perentorio introducir la regla de las 3 R’s (reducir, reutilizar, reciclar) en
nuestros hábitos.
La condición necesaria para el ejercicio del
consumo responsable es la transparencia empresarial.
El consumidor debe disponer de información
pertinente, fiable y suficiente acerca del impacto social, medioambiental y en
la salud de lo productos o servicios entre los que puede optar. Esto significa
que las empresas han de facilitar información actualizada, accesible y
verificada y que los consumidores deben exigirla. La exigencia firme por parte
de los consumidores de información de esta naturaleza o la preferencia por
productos de empresas que sí la facilitan, será un gran aliciente para que las
empresas opten por la asunción de buenas prácticas de responsabilidad social.
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