lunes, 13 de agosto de 2012

Protección Respiratoria

El aire puro está compuesto por una mezcla de gases en la siguiente proporción: 21% de Oxígeno, 78% de Nitrógeno y 1% de otros gases. Una persona según su actividad respira entre 5 a 10 litros de aire por minuto. 
Los Riesgos, su identificación y descripción 
Los Polvos, humos y nieblas; son partículas que flotan en el aire. A veces no se ven ni las huelen, pero, atrapadas en el sistema respiratorio, causan daños de corta o larga duración y posibilidad de muerte.
Los polvos son causados por moliendas, lijado, compresión y trituración. Los humos, por operaciones de alta temperatura como soldadura, fundición o trabajos en hornos. Las nieblas se forman donde se rocía, mezcla y limpia.
Las partículas menores a 10 micrones no alcanzan a ser filtradas por las defensas del aparato respiratorio y pueden penetrar según su tamaño hasta las partes más profundas del sistema respiratorio, produciendo enfermedades mortales.
Los síntomas de estas enfermedades normalmente no son de cuadros agudos que puedan ser detectados en forma inmediata, la aparición de los síntomas es muy tardía a los efectos profilácticos y los daños son irreversibles.
Los agresores higiénicos como son el plomo, el cadmio o el mercurio, entre otros, pueden pasar de los pulmones al torrente sanguíneo y alcanzar órganos como lo riñones, el cerebro y el hígado., provocando graves enfermedades. 
Los gases y vapores, invisibles, están en el aire a temperatura ambiente. Irritan el sistema respiratorio y causan males de corta o larga duración y aún la muerte, si están muy concentrados.
Los gases vienen en procesos químicos y operaciones de alta temperatura. Los vapores pueden ser encontrados en los lugares donde hay solventes para limpieza, diluyentes, pinturas y en refinerías.
La escasez de Oxígeno en el aire es grave y puede traer inconsciencia y muerte en pocos minutos. La escasez de oxígeno puede ocurrir en lugares cerrados como tanques o largas tuberías.
Las temperaturas extremas también pueden afectar al sistema respiratorio, según su temperatura y el tiempo de exposición. Ocurren en hornos de alta temperatura o en procesos de congelación.
Los polvos, humos y nieblas; pueden irritar la nariz, la garganta y las vías respiratorias superiores. Algunas partículas, según su tamaño y naturaleza, pueden pasar a los pulmones y perjudicar los tejidos. Ocasionando graves trastornos en la salud.
Los Gases y vapores; pueden pasar pronto a los pulmones y de allí al torrente sanguíneo perjudicando así a órganos internos y en particular al cerebro. La escasez de Oxígeno da pronto dolor de cabeza y mareos aumentando los latidos del corazón. Puede perjudicar al cerebro y parar el corazón.
El aire muy caliente o muy frío daña el tejido de la nariz, la boca, la garganta y los pulmones y dificulta la respiración. 
ELEMENTOS DE PROTECCIÓN

El respirador
El respirador es la clave para un programa de protección respiratoria en el trabajo. Cada tipo de respirador protege contra una sustancia peligrosa distinta que hay en los lugares de trabajo. Es decir que cada tipo de respirador tiene una función propia.

Respirador de media cara: Los aparatos de media cara son los más comunes para proteger la respiración. Son elementos filtradores del aire que cubren la nariz, la boca y la barbilla para atrapar partículas en suspensión.
Están constituidos por fibras que atrapan y retinen las partículas o por sustancias que filtran gases o vapores mientras se efectúa la respiración.
Bien elegidos y usados, estos filtros permiten el paso del aire puro filtrado para poder respirar con seguridad.
Los respiradores, no necesitan mantenimiento, están diseñados para que se los deseche una vez que han sido utilizado hasta el límite de su capacidad. Este límite es variable en función a la concentración de la sustancia peligrosa.

Respiradores de filtro reemplazables: Estos son aparatos purificadores del aire constituidos por un cuerpo central de material siliconado, que cubre la boca, la nariz y la barbilla, sujetándose por medio de bandas elásticas a la cabeza y al que se adosan de ambos lados o en forma central, filtros desmontables contenidos en elementos denominados cartuchos.
Los filtros contenidos en los cartuchos filtran las sustancias en forma de gases y vapores, antes que estos lleguen a las vías respiratorias, si es que el filtro ha sido elegido convenientemente.
Los filtros están compuestos por sustancias químicas preparadas para absorber determinados gases. Las etiquetas de los cartuchos de los filtros, indican que sustancia están preparados para retener. Si bien los cartuchos son desechables es prioritario mantener el cuerpo central en perfecto estado de mantenimiento, observando su limpieza, la flexibilidad del material y la inexistencia de perforaciones o fisuras que permitan filtraciones del contaminante.
Ante la presencia de una combinación de vapores o gases y partículas, se pueden adaptar prefiltros que capturan las partículas y aseguran la eficiencia del filtro del contaminante gaseoso.

Respiradores de cara completa: Este tipo de respirador es similar al de media cara pero este adosa la protección ocular, ajustándose alrededor de toda la cara.
Sujetándose por medio de bandas elásticas que van por detrás y por encima de la cabeza. Es importante resaltar ante los trabajadores, que los respiradores, no protegen contra a escasez de oxígeno, temperaturas extremas ni concentraciones de polvos, humos y nieblas que superen determinados niveles de concentración, ni sustancias diferentes a las especificadas.

Respiradores que pueden surtir aire: Estos respiradores protegen la cabeza, los ojos y la cara, contra agresores higiénicos. Se conectan a través de mangueras a una fuente de aire respirable y de esa manera se logra aislar el aire respirable del que se encuentra en la atmósfera de trabajo. Las fuentes de aire respirables pueden ser fijas o portátiles según la aplicación que se dé al equipo.
Los equipos de aire autónomo poseen alarmas que indican la terminación del aire con anticipación.  Estos equipos son los únicos aptos para funcionar en ambientes con falta de concentración de oxígeno y extremos de temperaturas.
Por supuesto también pueden utilizarse contra concentraciones de agresores peligrosas de vapores, gases, humos, polvos y nieblas.

PARA MANTENER UN PROGRAMA DE PROTECCIÓN RESPIRATORIA EN FORMA SATISFACTORIA DEBEMOS: 
F  Seleccionar adecuadamente los protectores para cada sector de trabajo en función a los agresores presentes.
F  Entrenar convenientemente a los operarios en su uso y mantenimiento.
F  Establecer un procedimiento periódico de revisión de los equipos de protección y de verificación de los agentes agresores.
F  Realizar los controles de calidad de los elementos que se adquieren.
F  Llevar todas las actividades mencionadas debidamente registradas. 

** Basado en el trabajo publicado por el  Ing. Mario Jaureguiberry
Facultad de Ingeniería - Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires


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